Rinden homenaje a Raúl Padilla López, el académico, gestor cultural y amigo, en la FIL
El hacedor de sueños que convirtió a Jalisco en la capital cultural más importante de México
En una emotiva ceremonia, que incluyó una larga ovación de pie y las notas de la canción El himno a la alegría, familiares, personajes de la cultura y amigos rindieron un homenaje en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) a quien fuera su presidente y fundador, licenciado Raúl Padilla, para recordar su legado cultural y académico para Jalisco y México.
Ante un auditorio Juan Rulfo de Expo Guadalajara, que lució pletórico y donde destacaba un cuadro con su fotografía, fueron recordadas las diversas facetas de Raúl Padilla López en la Universidad de Guadalajara (UdeG), como gestor cultural y amigo.
En la parte universitaria, el primero en tomar la palabra fue su hermano, licenciado José Trinidad Padilla López, quien compartió diversos pasajes de la adolescencia y sus primeras incursiones en la cultura con la realización de actividades como ciclos de cine en la preparatoria, el impulso para la creación de la Escuela de cine en la UdeG y la creación de la Muestra de Cine Mexicano, ahora convertida en Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG).
“Mucha gente piensa que eran ocurrencias de Raúl cuando se trataba de cuestiones cinematográficas y una feria de libro. Cuando mi padre murió era Raúl muy joven, tenía 18 años. Entró a terminar la preparatoria y tenía inquietudes políticas, ahí se vinculó con la Federación de Estudiantes de Guadalajara y a los 20 años empezó a tratar de vincularse con los liderazgos estudiantiles; se le ocurrió hacer un cine club político y fue porque uno de sus primeros empleos fue de cácaro de cine”, recordó.
Tiempo después Raúl Padilla fue líder estudiantil, y después se incorporó a la administración de la universidad y creó un área que no existía, el Departamento de Intercambio Académico, porque él juzgaba que de las tres funciones tradicionales que se les reconocen a las universidades, docencia, extensión de la cultura e investigación, las más castigadas eran estas dos últimas, a las que se les destinaba menos de 5 por ciento del presupuesto.
“Empezó a impulsar áreas de investigación científica y promovió la creación de un área cinematográfica, el Departamento de Imagen y Sonido y el hoy Festival Internacional de Cine de Guadalajara”, contó.
Para la Maestra Emérita por la UdeG, doctora Ruth Padilla Muñoz, lo más destacado de su labor fue el tiempo que le dedicó a la universidad, además de ser un hacedor de sueños capaz de concretarlos con tenacidad.
“Era un hombre que planeaba proyectos. Cuando planteó que la UdeG tenía que transformarse lo hizo con información; viajó, discutió, conoció; y se trata de una reforma tan profunda que pocas veces se ha visto en el país. De una universidad provinciana estatal hizo una de primer mundo, la transformó para llevar la cultura y la educación a todos los rincones de Jalisco”, destacó.
El Rector General de la UdeG, doctor Ricardo Villanueva Lomelí, consideró que ha sido la mejor mente que ha pasado por los 230 años de historia de la universidad, ya que la institución, antes de él y después de él, en cualquier indicador es muy diferente, como el hecho de pasar de tener presencia en nueve municipios a 125 en Jalisco.
“Para mí, lo más importante que nos dio fue la autonomía, que la tienen muchas universidades, pero no todas la ejercen. Raúl nos dio en 1994 la autonomía, y le dio un ejemplo a las universidades de que va más allá de la ley. Ejerció la autonomía con personalidad y ninguna la ejerce como la UdeG. Le dio a la educación superior de México la personalidad de que las universidades no se tocan, se respetan y son de todos”, expresó.
Al recordar el legado como gestor cultural, el escritor Federico Reyes Heroles destacó que Raúl Padilla tuvo la capacidad y posibilidad de llevar la imaginación a la administración e inventó instituciones como la FIL y encuentros como el de cine que no existían.
“Tuvo esa capacidad de llevar sus ideas a la realidad, y se dice fácil, pero no lo es, Raúl era capaz de imaginar, implementar, administrar y de llevar a buen puerto sus ideas; y eso lo convirtió en un hombre insustituible”, declaró.
Sara Poot-Herrera, quien ha sido jurado de varios premios internacionales, incluido el premio que entrega la FIL, intervino un soneto de Sor Juana Inés de la Cruz que dedicó al homenajeado.
“Si los riesgos de la UdeG considerasen Raúl, no se embarcará; si antes viera bien su Jalisco, nunca se atreviera; joven bravo, ni proyectos inventara. Si del fogoso inicio imaginara la visión imparable en su carrera, universitario tan prudente nunca hubiera, quien con discreta mano le frenara, pero fue cargo a cargo tan osado, que no obstante el desafío al mismo Estado, tejió con redes y mano atrevida. En rápidas de luz el licenciado todo lo hiciera y no colmado, todo lo logrado sigue planeando Raúl Padilla”, comentó.
La Secretaria de Cultura del Estado de Jalisco, Lourdes González Pérez, dijo que fue el mejor maestro en gestión cultural que pudo tener el país y su legado tiene que ver también con el mundo de las artes escénicas que le deja no sólo a Guadalajara, sino a México, y ha dado la oportunidad a mucha gente de trabajar de eso.
“En Jalisco, el único teatro de ópera que tuvimos en 100 años fue el Teatro Degollado. Y en menos de 30 años vean la infraestructura cultural que ha dejado, pero, sobre todo, quiero hacer un especial reconocimiento: la infraestructura, en su mayoría, la desarrolló y la pensó de mano de mujeres increíbles. Lo que nos toca ahora es preservarlo, continuarlo, mejorarlo y acrecentarlo. Gracias, Raúl, por haber convertido a Jalisco en la capital cultural más importante de México”, precisó.
El escritor Sergio Ramírez, Premio Miguel de Cervantes, explicó que para él es muy difícil separar el Raúl Padilla universitario, gestor cultural y al amigo porque pertenece a esas tres condiciones. “Conocí a Raúl en los años 90, cuando era rector de la UdeG, en lo que fue el inicio de una amistad y comencé a ser parte de los proyectos. Tuvo la generosidad de ofrecer a Nicaragua una serie de becas en la universidad, luego decido participar en la FIL. Fue un fabricante de mundos, de la cultura, y si lo estamos recordando hoy es porque lo vamos a estar recordando también mañana”, apuntó.
Silvia Lemus, viuda de Carlos Fuentes, recordó a Raúl el amigo, al que calificó de un hombre múltiple, movible, inquieto, que tenía una mirada que daba confianza.
“Recuerdo cuando Carlos me dijo que Raúl le había comentado: ‘Voy a hacer una feria nacional muy pronto, quiero que me digas qué piensas’. Carlos le dijo, ‘Pienso que es una feria que vas a hacer internacionalmente y yo te voy a apoyar’. Al ver su recorrido y su vida, nos ha dejado un legado fantástico”, expresó.
Juan José Frangie, alcalde con licencia de Zapopan, recordó cómo inició su amistad con Raúl a los ocho años, jugando golf. “Raúl no era mi amigo, era mi hermano. Hicimos una gran amistad. Fue mi mentor, siempre fue la persona a quien consulté primero. Existe la teoría de Raúl villano, fuerte, político, el duro; pero el corazón de Raúl era más grande que la FIL. No conozco una persona tan bondadosa como él. De él aprendí la lealtad, no conocí a un hombre con más lealtad que él y eso que éramos opuestos en nuestras convicciones”, abundó
El periodista y escritor Héctor Aguilar Camín dijo que, en su faceta política, Raúl Padilla fue único porque pudo ser, a la vez, un político de convicción y de responsabilidad y fue capaz de limpiar de violencia a la universidad, de reformarla después y hacerla florecer.
“Es un político que eligió el poder para servir a la cultura y a su universidad; es una pérdida enorme la partida de un creador excepcional de instituciones de educación”, expresó.
El historiador Enrique Krauze destacó que Jalisco ha sido un surtidor cultural de México que dio pintores, arquitectos, escritores, poetas y mexicanos dedicados a las artes con proyección nacional y universal, y ahí hay que agregar a Raúl.
“No era escritor o arquitecto, pero tenía el genio que vincula a todas las artes y humanidades y el don de emprender una obra cultural, trabajo arduo, serio, difícil, que nadie hizo como él. Generaciones de escritores y editores estamos en deuda con él. Hago votos porque su legado siga adelante y que Guadalajara siga siendo la capital cultural de México y el mundo”, resaltó.
Por medio de un video destacaron también el legado de Raúl Padilla las actrices Ofelia Medina, Patricia Reyes Spíndola, el actor Diego Luna y la directora del FICG, Estrella Araiza, entre otras personalidades.
El homenaje concluyó con un video en el que Enrique Krauze se refirió a la larga tradición artística de Jalisco, sobre todo en el siglo XX, y dijo que a la lista de escritores, pintores, arquitectos y humanistas había que sumar a Raúl Padilla, “que no era artista pero tenía el genio que vincula a todas las artes y las humanidades. Emprender una obra cultural es un trabajo arduo, difícil, que nadie ha hecho como Raúl Padilla López. Estamos en deuda con él”.
El homenaje fue moderado por el escritor Nicolás Alvarado y por Marisol Schulz Manaut, directora de la FIL, quien compartió que pocas veces se conoce a personas cuyos sueños hayan beneficiado a millones de personas; a estudiantes que ya no deben trasladarse a Guadalajara para estudiar y a los que se han beneficiado por la feria, que en 37 años ha trabajado en la formación de lectores.
En el homenaje se realizó el lanzamiento del libro “El hombre que amaba los libros”, con el que se celebra la vida y obra de Raúl Padilla López.